sábado, 6 de septiembre de 2008

Era como si…



Era una frágil burbuja de jabón. Flotaba con calma volando un poquito más arriba de aquellos que se cruzaba. El aire la hamacaba por diversos lugares que quizás nunca había conocido. Cada tanto, se detenía en algún sitio en el cual se amoldaba cómoda. Comenzaba a pestañear sonrisas que disfrutaba con tanto placer que no podía distinguir si nacían de ella o provenían de lo que ella creía que estaba pasando afuera.
A veces, entre sonrisas, se deslizaban algunas lágrimas que no dolían tanto cuando veía que las comisuras de su boca de fantasía comenzaban a moverse nuevamente hacia arriba. No estaba flotando pero era como si el aire la volviera a levantar poco a poco.
Cuando por fin se sentía completa y liviana, la interrumpía una profunda obsesión. Le daba empujoncitos, uno tras otro hasta que la corría de lugar mostrándole que nada era como ella creía.
Con un gran vacío, bajaba sus pequeñas pestañas que se dejaban llevar por la triste corriente. Se soltaba nuevamente, volvía a hamacarse con el viento y tras largas distancias lograba dejar atrás parte del olvido.
Incontables sitios ha pasado, de los cuales un empujoncito u otro la han llevado a pensar que quizás su destino sea visitar caricias vacías y besos efímeros para siempre.