lunes, 2 de junio de 2008

dos vueltas de ausencia


Las sonrisas ya no rebotaron como solían hacerlo, tampoco las burbujas de papel celofán acariciaron las horas del día. El aire perdió algunos tonos de colores que antes se veían claramente. Las luces casi ni respiraban y tenían frío.
La locura se había dormido. Cada momento era eterno, la angustia alcanzaba lugares inciertos dando golpecitos por cada silencio que se escuchaba.
Algún intento de engañar la tristeza estaba flotando por ahí, pero sin resultados, las lágrimas brotaban del alma queriendo barrer cada empujoncito que el dolor le daba al corazón.

Cerré los ojos y me arrinconé en la soledad hasta volver a abrirlos.
Sin parpadear, se humedecieron entendiendo que esta vez no era más que otro nuevo camino por recorrer, debiendo colmar cada rinconcito gris con recuerdos coloreados de lindas muecas y demencias inolvidables.

Se agradece tanta dosis de locura diaria…y no se olvida jamás.
Si, si, a ustedes les hablo.
Ambos tienen un lugar en una fila de una linda montaña rusa que llevo en el corazón.

3 comentarios:

nebulosa dijo...

Dos giros dados por tantas vueltas a fricción que tardaron muchos días para que los Playmobil volvieran a caminar.
Pero por suerte, estos juguetes, fueron comprados a un vendedor ambulante con un hijo muy deshecho, que les daño la dirección. Entonces, de vez en cuando, se taran y hacen un giro completo para volver al punto de partida . Descansan, se suben las medias, y tiran la piedra al Cielo seguido de un gran salto.

| cielo | dijo...

y a ese salto, encuentran una respuesta algo parecida a:
"abrazoo con muchhooo cariño + salto en círculos = muuucha alegría desbordando!"

Sugus verde dijo...

guau