lunes, 11 de febrero de 2008

mundos

Una gota más, perdida en el medio del océano, pensando en quien está y no está de un momento a otro.

Mi mente, más veloz que lo real, imagino, invento, vivo mundos que no son este mundo. Historias, personas, colores, aromas, gustos que forman los mejores espacios imaginarios, que me hacen vivir tranquila, donde me siento protegida, donde se siente cálido. Vivo esos lugares hasta que caigo, me golpeo y vuelvo a estar acá, en el lugar de donde soy, donde tengo que vivir, donde está lo real, donde tengo que dar y recibir, mantenerme en un ida y vuelta, en una comunicación con el mundo.
Pero qué pasa? Ahí, es donde empiezo a preguntarme qué postura debo tener frente a este ”mundo”. Porque al fin y al cabo, cual es “mi mundo"?... el que imagino, el que vivo, el que me creo, el que intento vivir, el que me toca?....quién sabe. Depende de mi? Del mundo?….pero qué mundo? Creo que estoy girando y girando sin rumbos, quizás eso sea lo que no me deja ver cuál es mi lugar.
La nostalgia aparece cuando recuerdo los lugares que creí que eran mis lugares alguna vez, o quizás lo fueron, o quizás no. Qué pasa con esas personas que te hicieron vivir momentos sin aliento?….leí un día que la vida no se cuenta por lo que se vive, sino por los momentos en que uno se queda sin aliento.
Pienso que no vivo si no siento. Me sentí viva cuando sentí amor, cuando sentí dolor, cuando SENTÍ. Cuando sentís que el aire entra en tus pulmones, que respirás más fuerte, que reís o lloras por dentro, que los sentimientos brotan en cada detalle de tu cuerpo, que se ve, que se nota.
Siento que estoy viva cuando siento. Siento cuando vivo. Vivo cuando lo demás no pasa desapercibido, cuando sentir me lleva, me recorre, me vive.
Hoy siento que tengo que cambiar de rumbo, empezar a ver algunas cosas de otra manera, sentirme un poco más dueña de mi mundo, sentirme la que lo puede conducir por un momento, no dejarme llevar, sino llevarlo.

Se muy bien que si yo me hago creer que llevo mi mundo, de verdad lo llevo, ya lo comprobé, lo viví, lo sentí. Luego, de un momento a otro, puede llegar la calma, ese dominio desaparece, llega lo que me hace sentir, lo que me puede, lo que es más fuerte que yo, o quizás me hago creer que es más fuerte que yo. Y me domina.
Hoy, paso de sentirme dominada por “mi mundo”, por lo otro, a intentar sentirme dueña de él. Empezar a jugar. A dar mis pasos. Por qué?. Qué hay mejor que divertirse? Qué mejor que reírse?. Hoy elijo sonreír, dominar, jugar, movilizarme yo, quizás entre tanto movimiento, alguien o algo me revierta los movimientos, y pase a ser yo la que se deje llevar por las jugadas de otro. A veces, esta bueno ser fuerte, y a veces está bueno ser débil. Lo importante es sentirse, vivirse, llegarse, y saber que dependes de vos y de todo, de todo y de vos, de esos mundos que se tocan en algún lugar, se tocan donde vos quieras que se toquen. El mundo del otro, tu mundo, lo real, lo imaginario…
Cuántos mundos?...no lo se.

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