lunes, 18 de febrero de 2008

delgada línea azul



Desde otro punto cardinal imaginario. No se trata de lugares reales. Estoy caminando por un sendero que está muy iluminado, hay varias miradas que fijan su pensamiento en mi. Estoy brillando y está presente el sol, pero no brilla más que yo. Hoy le gané al sol y hasta hice que se esconda para dejarme resplandecer más. No hay razón concreta por la que este transitando este pasar tan acojedor. Si, me veo más fuerte y se que se me ve más fuerte. Tengo sonrisas pintadas en todo mi interior, respiro sonrisas y brotan de mi piel curtida por días de soledad. Se está regenerando aquello que estaba perdiendo.

Aunque, por momentos logro ver que no mantengo un respaldo seguro, me muevo cerca de la cornisa, una delgada línea entre el color y la falta de él. Todavía no me mantengo en pie fácilmente. Dudo, pero retomo fuerzas y vuelven a brotar las sonrisas. Desconozco si un mínimo detalle de ansiedad o tristeza me haga caer. Ante ese desconcierto aveces vuelvo a dudar e intento no pensar.


Estoy aferrándome a las miradas que entienden mis pasos, quizás no sea lo correcto, finalmente seré yo sola quien decida ciegamente qué tierras recorrer. Cuán importante es la guía de otros ojos? y cuándo sabré si dejar a otros mirar por mí o seguir mirando yo? Aveces la respuesta es instinto, aveces realidad, aveces señales que brotan ante mi.


Hoy, volví a traer a mi esa inocencia que aquella vez se presentó ante mi. Se alejó bruscamente y sé que está más años luz de mi que ayer. Sin embargo, sin saber por qué. Quizás puro instinto. Veo que aquella inocencia pronto o no tan pronto, vuelve. Y más interesante es, que vuelve con más inocencia y juego, con más timidéz por haberse alejado. Vuelve jugando y queriendo jugar un poco más. Hoy esa inocencia sigue escondida, mostrándose ante otras miradas más fuerte que nunca, sabiendo que en su interior faltan sonrisas pintadas, y pronto, quizás, las necesite pintadas de azul.

No hay comentarios: